Manuel Casás nace o 17 de maio de 1897, e morre o 30 de xullo de 1960 na Coruña. Estudia dereito en Santiago. Vivirá o longo da súa vida na Coruña. Abogado penalista de renome. Alcalde dúas veces (1916-1917 e 1925-1927). Presidente da Reunión Recreativa e Instructiva de Artesanos (1913-1919). Fundador e presidente do Instituto de Estudios Gallegos (1918-1936). Presidente accidental da RAG (1936-1960), primeiro como interino. Titular no 1942. Participa en diferentes congresos de dereito penal en España e en outors países europeos. Ademáis das súas colaboracións periodísticas publicará diversas obras sobre dereito penal, así como traballos dedicados ao estudo de personalidades, de historia e literatura galegas. Durante toda a súa vida amosará un vivo interés pola cultura galega, participando e fomentando variados actos de exaltación e homenaxe da mesma. Ainda así se mostrará sempre crítico cos movementos rexionalistas e nacionalistas galegos.
Historia arquivística
Descoñecida.
Alcance e contido
1 Vista xeral do desfile de comparsas polos Cantóns. Ao fondo, o Obelisco e o quiosco da música nos xardíns de Méndez Núñez. En primeiro plano as comparsas do Sporting Club (xogo de tenis e caixón de xoguetes) e do Nuevo Club (bomboneira modernista). 2 Retrato do grupo de membros do xurado do concurso de comparsas. No medio, Manuel Casás. 3 Retrato de grupo de mulleres participantes no desfile. 4 Liga de Amigos; Templete Neo-greco. 5 e 6 Sociedade La Walkyria: barco holandés e asturianas. 7 e 12 Carrozas do Exército. 8 Descoñecida. 9 e 19 Reunión de Artesanos. 10 Granxa Experimental. 11 Particular, varias familias. 13 O público. 14 Banda do Circulo Curros Enríquez. 15 1º premio. 16 Descoñecida. 17 Nuevo Club. 18 Vidrieras Pereira.
Clase de documento:
Iconográfico
Condicións de acceso
Condicións de acceso
Descrición condicións de acceso:
Documentación de libre consulta, de acordo co art. 57 e 62 da Lei 16/1985 d e 25 de xuño, do Patrimonio Histórico Español e o art. 82 da Lei 8/1995 do 30 de outubro, do Patrimonio Cultural de Galicia. Así como polo estipulado no art. 56 e 58 dos Estatutos da Real Academia Galega.
Normativa:
Acceso libre coas restriccións estabecidas polo decreto 307/1989, de 23 de noviembre, polo que regúlase o sistema de arquivos e o patrimonio documental de Galicia e as restriccións que por conservación e preservación estipule a RAG.
As fotografías están dispoñibles en soporte dixital, a consulta dos orixinais está restrinxida.
Lingua:
Spanish; Castilian
Características físicas
Estado de conservación:
Bo
Documentación relacionada
Existencia e localización de copias
Existencia de copias: No existen copias Información adicional da copia: S-1-72
S-1-73
S-1-74
S-1-75
S-1-76
S-1-77
S-1-78
S-1-79
S-1-80
S-1-81
S-1-82
S-1-83
S-1-84
S-1-85
S-1-86
S-1-87
S-1-88
S-1-89
S-1-90
Unidades de descrición relacionadas
Unidades de descrición relacionadas: 74
Notas
Nota xeral
Todas as fotos teñen anotacións no reverso.
Nota á área de contido e estrutura
Artigo de Xosé Alfeiran falando sobre as peculiaridades do entroido dese ano 1916:
09/03/2014 07:00 h
"Cambiar el carnaval callejero. Esa era la idea del alcalde monárquico Manuel Casás, nombrado por real decreto del gobierno liberal del conde de Romanones el 30 de diciembre de 1915. No le gustaban nada los «tiroteos» de habichuelas, huevos rellenos, anises y demás proyectiles típicos del carnaval coruñés, ni que las máscaras anduvieran por la ciudad molestando a los transeúntes. Deseaba un carnaval de «buen gusto», acorde con el progreso de la ciudad.
A comienzos de febrero de 1916 la prensa local recogió su intención de adecentar el carnaval, prohibiendo los «tiroteos» y el uso de cualquier «proyectil» en la vía pública. Para explicar sus planes, el alcalde Casás convocó el 10 de ese mes a todas las sociedades de recreo coruñesas; el 12 amplió la asamblea convocando además a diversas entidades y empresas de la ciudad. En esas reuniones les pidió su colaboración para desterrar el carnaval de las calles y organizar unas nuevas fiestas carnavalescas que además pudieran atraer a los forasteros. Su idea era prohibir la circulación por la vía pública de máscaras y comparsas que no hubiesen sido debidamente autorizadas y organizar una cabalgata en los Cantones el domingo y el martes de entroido. Para ello pedía que cada entidad construyese y concurriese con una carroza simbólica y artística.
La idea fue acogida con entusiasmo, llegándose al acuerdo de celebrar una cabalgata en la que participarían carrozas, carruajes y automóviles engalanados además de las máscaras, comparsas, murgas y bandas musicales. Durante su recorrido, que iría desde la plaza de Mina hasta el Obelisco, se efectuaría una batalla de flores, confetis y serpentinas. A ambos lados se construirían tribunas y se colocarían sillas para alquilar al público que podría participar en la batalla. También se haría un cartel y programa, encargado al pintor Saborit, que se repartiría por los concellos vecinos.
Detener las máscaras
Durante los días previos a la cabalgata, la guardia municipal tuvo que emplearse a fondo para controlar y detener a las máscaras que sin permiso circulaban por las calles, suscitándose protestas populares. También el alcalde tuvo que hacer frente a las críticas de despilfarro que se hacían al coste de la cabalgata en una época, en plena Gran Guerra, de paro elevado y de incremento del precio de las subsistencias.
El 5 de marzo, domingo, a las 4 de la tarde, con un día espléndido, la banda de trompetas de Caballería inició el desfile seguida de unas treinta carrozas y de diversas comparsas, bandas, murgas y automóviles con máscaras. Empresas, sociedades y particulares rivalizaron para mostrar las carrozas más originales y artísticas. La batalla de flores, serpentinas y confeti fue intensa, participando todos los espectadores. La cabalgata, que duró dos horas, tuvo un gran éxito. El martes 7 de marzo se volvió a repetir con mayor concurrencia de público y carrozas, incluyendo antorchas y bengalas. Triunfaba el carnaval burgués; el callejero y popular quedaba, de momento, domesticado."